Seguían pasando los días, ibas a clase con ganas y con ilusión, para ver a los compañeros, para echar unas risas en resumen para pasarlo del carajo. Al comenzar el curso nos falto el profesor de E.F y hasta que vino el profesor los lunes entrabamos dos horas mas tarde, la que peor lo tenia y aun lo tiene es Edurne ya que creo que es la que viene desde mas lejos, a una hora en bus de Sevilla, como fuimos cogiendo mas confianza pues me entere de que llegaba casi una hora antes a clase y para que no estuviera sola y como me caía muy bien pues yo salia antes de casa para estar ese ratillo con ella, después empezaban a llegar los compañeros y nos contábamos lo que habíamos hecho por la mañana y todas nuestras cosas, era fascinante, la leche, el buen rollo se notaba en el ambiente, nuestra clase era la puta envidia, tanto para los de segundo como para la otra clase de primero.
El roce hace el cariño, el cariño hace el afecto y comienzan a hablar y a dar la lata creo que todo fue producto de la misma envidia, una tarde después de un mal entendido con Edurne nos fuimos a hablar a la fuente de Bandalay y ella se sentó encima de mis pierna vamos nada nuevo ni nada raro, pues nos vieron unos alumnos de la escuela y parece que los chiquillos no tienen vida propia pero les dio por decir que Edurne y yo estábamos juntas, en resumidas cuentas que eramos novias, cuando nos enteramos la primera reacción fue mirarnos a los ojos y reírnos, es que es algo que no encaja en nosotras, como con eso no tuvieron suficiente, también hubo comentario, rumores o como queramos llamarlo de que Heliodoro y Edurne estaban juntos o habían tenido algo, eso es algo que yo se porque soy muy amiga de ambos pero que creo que no tengo que desvelarlo yo si no ellos que en esta situación ellos son los protagonistas, eso si entre ellos dos había mas roce y mas cariño que yo con Edurne.
Añoro los momentos en los que Edurne, Heliodoro y yo estábamos juntos, eran una autentica gozada, siempre había risas, puntos de locura, de humor como el día que Heliodoro contó lo del huevo de plástico de no se quien, Edurne y yo no podíamos parar de reír, aunque yo quería mantener mi seriedad propia de mi no pude, acabamos llorando de la risa y a Heliodoro no le sentó muy bien que digamos.
Entre Edurne y yo crecía cada vez mas y mas la confianza, hasta tal punto que se cosas que ni sus propios amigos saben, lo que me hizo pensar y lo sigo haciendo de que soy una persona de mucha confianza para ella, al igual que ella confiaba en mi yo lo hacia en ella, era algo recíproco, creo que nuestra amistad fue y a sido una de las mejores forjadas en mucho tiempo, ni en la fragua de vulcano que pintara el gran Velazquez se forjaron cosas tan bonitas como esa, nuestra amistad tenia como base principal la transparencia, la claridad y el nunca mentirnos, cosas que a día de hoy creo que seguimos haciendo
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